En tiempos de COVID-19, Rafael Guzmán, ingeniero químico nos explica la diferencia entre los tapabocas y los respiradores, una información oportuna para saber cual nos protege realmente.
Ante la Pandemia (COVID-19), la humanidad busca desesperadamente protegerse a un posible infección con este virus. Los medios de comunicaciones como la Televisión y las Redes Sociales, han mostrado muchas imágenes relacionadas con la protección respiratoria. Además, las limitaciones a acceder a estos elementos, llevó a recurrir a tapabocas elaborados con diferentes materiales, de los cuales se desconoce su funcionalidad, eficiencia y eficacia para la prevención.
El personal del área de la salud, son las personas que más requieren de protección, y es indispensable una correcta selección de estos dispositivos.
Recomendaciones de EPP para el personal de Salud según área de atención para el COVID-19
Personal de la salud: persona que con motivo de su actividad atienda o deba estar en contacto con el paciente.
La Tabla 1, describe los Elementos de Protección Personal (EPP) que deberían utilizar, según el área de atención. Es importante aclarar que esta información ha sido adaptada del documento: Rational use of personal protective equipment for coronavirus disease 2019 (COVID-19). Interim guidance 27 February 2020. World Health Organization.
En la Publicación DHHS(NIOSH) No 2013-138 de Junio del 2013,
Lo primero que se debe saber sobre la protección respiratoria es tomar en cuenta estas restricciones:
Seguir las pautas del programa de protección respiratoria, dentro del Sistema de Gestión de Seguridad en el Trabajo; esto incluye la aprobación médica para usar estos elementos de protección personal.
Asegurarse que utilice respiradores aprobados. Los respiradores “caseros” no garantizan una protección adecuada para el personal de la salud.
Se debe saber poner y retirar el respirador.
Debe conocer sus restricciones y tiempos de uso
Los respiradores N95 están diseñados específicamente para proporcionar protección respiratoria al crear un sello hermético contra la piel y no permitir que pasen partículas que se encuentran en en el aire, entre ellas, patógenos. La designación N95 indica que el respirador filtra al menos el 95% de las partículas que se encuentran en el aire.
Las mascarillas quirúrgicas no son protectores respiratorios, pero pueden ayudar a bloquear las gotitas más grandes de partículas, derrames, aerosoles o salpicaduras, que podrían contener microbios, virus o bacterias, para evitar que lleguen a la nariz o boca. Son usadas por el personal de salud para proteger a los pacientes de los trabajadores de la salud, reduciendo su exposición a la saliva y secreciones respiratorias. Su debilidad principal es que no crean un sello hermético contra la piel ni filtran los patógenos del aire muy pequeños, como los que son responsables de la transmisión aérea.
- Rafael Guzmán
Ing Químico